Comentario
La vestimenta tradicional india, al menos desde comienzos de la era cristiana, se caracterizaba por la sencillez, usando tanto hombres como mujeres una simple pieza de tela enrollada a la cintura. Frente a la simplicidad de vestido, los adornos y las joyas alcanzaban una mayor complicación.
La influencia islámica se plasmó, aparte de en otros campos, en el vestido, comenzando a usarse distintos trajes confeccionados, como los pajamas: una túnica larga (kurta o camice), además de pantalones (salwar) y turbante. Los Mogoles incorporaron varias piezas, siendo la más importante el jama, una casaca de tela sujeta a la cintura que se lleva sobre el pajama.
Los nobles hindúes solían usar vestidos parecidos a los estilados en las cortes mogolas de Shah Jahan y Aurangzeb, aunque gustaban de vestir sus turbantes con flores o plumas. Era muy frecuente el uso de numerosas joyas y adornos, como collares, tobilleras y brazaletes.
También la moda mogola llegó a las mujeres, que comenzaron a usar blusas sueltas y pantalones ajustados, con un velo sobre cabeza y hombros. Podían llevar vestimentas de tipo rajput, es decir, un corpiño ajustado y falda larga, o bien el tradicional sari, una pieza de varios metros que rodea medio cuerpo y que puede cubrir también cabeza y hombros.
Los hombres actuales que optan por llevar una vestimenta tradicional, pese a las diferentes variantes regionales, suelen ponerse el dhoti, una pieza larga de algodón sin teñir que se anuda a la cintura. Es ésta una prenda popularizada por Gandhi. Las mujeres, en el mismo sentido, llevan el sari, además del choli, una blusa ajustada.